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domingo, 5 de febrero de 2012

Lo siento por la ausencia... Os obsequio con una breve reflexión.

Bueno, lectores y lectoras, lamento profundamente la tardanza. Pero no he tenido tiempo para poder dedicaros algo con lo que podáis distraeros hasta ahora (si, me refiero a alguna de mis entradas). Así que desde aquí, Mi Rincón, aquel donde no hago más que escribir y dejarme llevar, aquel donde todo lo que busco es un poco de comprensión y algo de atención, os escribo lo siguiente.

Bueno, la entrada de hoy será una reflexión sobre un tema que tocamos el otro día en religión... (No os hagáis falsas ideas sobre mí, los que me conocen saben porqué.)

En clase estamos hablando sobre la dignidad y los derechos de la persona, y como no, salió el tema de la pena de muerte. El profesor nos dijo que saliesen 4 voluntarios a la pizarra, a exponer sus ideas y argumentos sobre dicho tema. Salieron 2 a favor y 2 en contra. Yo, como es normal en mí, salí. Estoy completamente en contra contra la pena de muerte.

¿Argumentos a favor de la pena de muerte? Lo típico, hay crímenes que son imperdonables, pederastia, violación, etc... Crímenes horrendos, sin duda... Pero, ¿quiénes nos creemos que somos para quitar una vida? Es cierto que aquellos que cometen esos crímenes merecen un castigo, que aprendan... Pero, somos mejores que ellos al quitarles la vida? La muerte sólo trae consigo desgracia y aflicción. Pensadlo por un momento, recapacitad... No se sabe el entorno del culpable, igual llevó una vida desgraciada, igual su padre lo maltrataba, tuvo diversos traumas... Igual tiene una enfermedad psicológica, o quizá se vio forzado a hacerlo... ¿Que se pretende con la pena de muerte? ¿Disuadir? ¿Dar ejemplo? Al contrario, no creo que surta mucho efecto eso... Al fin y al cabo, quien comete un crimen espera que no lo atrapen, por lo que no piensa en ello. Es por eso que a mi parecer, la cadena perpetua es una mejor opción.

¿Por qué? Muy simple. Cometes un crimen, te arrestan, y tras un juicio te llevan a la cárcel. Allí, sin apenas contacto con el exterior... ¿Qué hacer con ellos una vez estén allí? Reconducirlos, buscar educarlos. Muchos no saben o no quieren distinguir entre el bien y el mal, y es por eso por lo que el deber de cualquier ser humano, de cualquier persona, es ayudarles, hacer que aprendan... Allí, en la cárcel, habría que enseñarles a distinguir, encontrar su problema y solucionarlo. ¿Una vez hecho esto, se le deja salir? Por supuesto que no. Tienen que pagar por lo que han hecho. Pero, una vez que están ya ''mejor'', se les puede dejar vivir, en un recinto, pegado a la cárcel, una pequeña ciudad habitada tan sólo por los reclusos ya reformados. Allí, pueden llevar una vida ''normal''. Vigilados claro está por policías especializados, guardias de prisión.

Tenemos que estar dispuestos a perdonar, dar una segunda oportunidad, no rebajarnos a su nivel... Debemos demostrar que somos mejores personas.
Ésta es mi opinión, esas son mis ideas.
Un afectuoso saludo, J.